Historia
La historia oculta de Alfonso de Borbón, el trágico príncipe que vivió en la pena
El tío del Rey Juan Carlos era el legítimo heredero al trono.Si hay algo que no entra en discusión es que, durante su reinado, el Rey Juan Carlos fue de los mejores monarcas que España podría haber tenido en la historia.
No obstante, el Emérito no era el legítimo heredero al trono de España y, menos que menos, su padre, Don Juan Carlos de Borbón, sino que la corona le correspondía al primogénito del Rey Alfonso XIII.

El árbol genealógico de los Borbón es muy extenso y hasta, a veces, los nombres son confusos, pero si hay algo que es sabido es que la primacía en la herencia del trono rige para el primogénito o el varón de la familia.
Resulta que el Rey Alfonso y la Reina Victoria Eugenia tuvieron tres hijos: Alfonso de Borbón y Battenberg, el Infante Don Jaime y el padre de “Juanito”, don Juan Carlos de Borbón.

Tal es así que, una vez fallecido el Rey Alfonso, la corona tendría que haber sido dirigida para el entonces Príncipe de Asturias, tío del esposo de la Reina Sofía y quien fue obligado a renunciar a su derecho en junio de 1933.
El primogénito del Rey Alfonso solo había cometido el delito de nacer con hemofilia y enamorarse de una plebeya llamada Edelmira Sampedro, quien no era de su estirpe regia, pero que, de igual forma, benefició a Juan Carlos I.

Pues, gracias a su renuncia y a la del Infante Jaime, quien era sordomudo, el padre del Rey Felipe se convirtió, sin esperarlo, en el Príncipe de Asturias y el futuro Rey. Aunque, bueno, también fue una decisión tomada por Francisco Franco.
Aún así, el Príncipe Alfonso pasó por la misma soledad que hoy le toca atravesar al Emérito. Falleció en Miami, exiliado, tras un accidente de auto y sin la visita de sus padres, Alfonso XIII y Victoria Eugenia.